Alguien me dijo, alguna vez, que un partido de tenis siempre se juega tres veces.
La primera vez es cuando lo planificas.
La segunda, cuando lo disputas.
Y la tercera, cuando lo recuerdas.
Tres, o más, son también las formas que tienes de recordar tus encuentros.
Piensa que cuando los evocas, eres como un director de cine: cuentas con la posibilidad de poner una cámara imaginaria donde tú quieras.
Puedes optar por un plano con la cámara paralela a la red, que te permita verte a ti y tu rival al mismo tiempo.
O tienes la opción de ubicar una pequeña cámara en tu cabeza, o en la de tu oponente y revisar el partido de esa forma.
También puedes colocar la cámara detrás tuyo, o de tu adversario.
Cada posición de la cámara te da un punto de vista distinto de lo que fue ese match, y te revela detalles diferentes.
No existe una manera única de recordar un partido de tenis.
Pero te aconsejo, que no solo guardes en tu memoria y revivas momentos de los encuentros que ganaste, o perdiste.
Recuerda sobre todo los que disfrutaste.
Esos son los partidos más importantes. No los otros.
Juega tenis porque te diviertes en la cancha, porque lo pasas bien, porque lo disfrutas.
El deber y la presión de ganar, déjaselas a los profesionales.
Tú juega, disfruta y diviértete en la cancha.
Piensa que posees el privilegio de que no pasa nada si pierdes.
No te preocupes tanto por ser bueno para el tenis.
Con que estés seguro que el tenis es bueno para ti, es más que suficiente.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com
