Cuando un jugador de tenis deja a su entrenador, muchos lo califican como un malagradecido, pues lo abandona a pesar de lo que ese coach hizo por él.
En la vereda del frente, se encuentran quienes afirman que el tenista toma una buena decisión al dejar a su entrenador, porque necesita otra motivación, una mirada distinta de su juego y comenzar un nuevo proceso con enseñanzas diferentes.
Yo creo que sean buenos o malos los resultados en los torneos, por lo general el vínculo entre un coach y un tenista se va a acabar de todas maneras al cabo de unos pocos años, debido al desgaste de la relación personal entre ambos, y porque el entrenador ya no tiene nada más que aportarle al deportista.
Los vínculos y conocimientos siempre se agotan, más temprano que tarde.
Tras un cierto tiempo, el tenista necesita que otra persona lo analice, le diga qué ve, y le proponga un nuevo estilo de dirección con soluciones distintas a viejos problemas en su juego, ya que cuenta con la mirada fresca de quien ve algo por primera vez.
Con el paso de los años, de tanto mirar algo ya no se perciben los detalles, pues la costumbre hace que la vista pierda agudeza.
Por otro lado, cuando un entrenador deja de trabajar con un tenista, se le abren innumerables posibilidades: puede aceptar desafíos pospuestos, descansar, destinarle mayor tiempo a su familia o capacitarse, entre otras opciones.
Que un jugador deje a su coach no constituye un drama. Más bien es algo normal, debiendo existir un agradecimiento mutuo por lo vivido.
Se trata del término de una etapa y el inicio de una nueva fase de desarrollo. Cada final es, a su vez, el comienzo de una historia por escribirse.
Vencer el miedo a los cambios resulta muy valioso. Salir de la zona de confort revela valentía y ganas de crecer.
Nunca se debe olvidar cómo es la naturaleza humana: las personas se van de su casa y abandonan a sus padres, a quienes les deben la vida, para seguir su propio camino, cuando ya son adultas y pueden valerse por sí mismas.
El cambio de entrenador se asemeja bastante a eso, y es probable que duela parecido.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com
