Algunos tenistas profesionales se retiran, y se convierten de inmediato en coaches de otros jugadores de renombre, sin nunca antes haber demostrado su sapiencia y valía, ni vocación, como entrenadores.
Como si el haber competido con éxito profesionalmente, los convirtiera por arte de magia en grandes entrenadores.
Llegan a lo más alto, a asesorar a jugadores de elite, sin haber empezado por el principio, sin nunca haber estado en una escuela de tenis, en clases con adultos o juveniles.
Entonces, sin escalas, sin un proceso que los respalde, sin haber quemado las etapas que corresponden a cualquier desarrollo profesional paulatino, algunos ex jugadores se convierten de la noche a la mañana en coaches del circuito ATP.
Me consta que bastantes personas aseguran que esos buenos jugadores tuvieron excelentes maestros y que, por lo tanto, traspasarán toda esa sabiduría a sus pupilos.
Además, los mismos afirman que esos tenistas transmitirán toda la rica experiencia acumulada, mientras compitieron, a sus dirigidos.
Concuerdo en que resulta muy probable que los buenos jugadores, hayan tenido a destacados coaches a su lado.
Y también estoy convencido que cuentan con valiosas vivencias a nivel competitivo, que pueden ser provechosas para sus nuevos pupilos.
Lo que me merece dudas es si lograrán relacionarse bien desde su nuevo rol y serán capaces de comunicar lo que saben de forma adecuada, con metodología y planificación.
Nadie nace sabiendo eso. Hay que aprenderlo.
El haber jugado muy bien, no implica saber entrenar a otro. Son ámbitos absolutamente diferentes.
Muchas veces, haber sido jugador permite saber lo que hay que hacer en un determinado momento, por ejemplo, pero no por qué hay que hacerlo.
Y ése es un vacío importante.
Por eso, me parece esencial que cualquier entrenador se forme comenzando desde abajo, y que con el tiempo pueda demostrar sus conocimientos junto a su vocación, y ascender.
Porque quien no obtuvo tan buenos resultados mientras competía , parte enseñando en niveles básicos.
Y para hacer esas clases de iniciación, casi siempre le exigen estar certificado.