Algunos padres creen que ayudan a sus hijos interviniendo en los partidos de torneo en favor de ellos si, por ejemplo, se discute por una marca dudosa.
Existen profesores convencidos que la cancha es como un coliseo romano, instando a sus jugadores a recurrir a cualquier recurso, con tal de ganar.
Lo que hacen esos padres y profesores no es formativo.
No forma en cuanto a los valores que deben adquirir los niños mediante la competencia, sino que todo lo contrario: los “deforma”.
Ciertos aficionados miden la calidad de los jugadores profesionales, solo por la potencia que le imprimen a la pelota.
Pero también se puede evaluar a un tenista de elite por los siguientes aspectos:
-Su consistencia.
-Su precisión para ubicar la pelota.
-Su capacidad de variar efectos, trayectorias y velocidades.
-Su capacidad para mantener un alto nivel de juego.
-La belleza de su técnica.
-Su riqueza táctica.
-Su comportamiento.
-Su capacidad para superar un marcador adverso.
Si tomas clases con un profesor, confía en él.
No mires, ni escuches, a otros entrenadores porque te vas a confundir.
Existen distintas maneras de conseguir un mismo objetivo, pero solo quien te conoce bien elegirá la mejor para ti.
No te encandiles con entusiastas profesores que gritan sin parar, como en una feria.
Es así como, a menudo, disimulan sus escasos conocimientos.
Créele a tu profesor.
Si su comportamiento es calmado y respetuoso, probablemente es alguien que ama el tenis, honra su profesión y sabe lo que hace.
Por algo no necesita montar un circo, para que todos sepan que está ahí.
El tenista principiante desea convertirse en jugador intermedio; el intermedio, en avanzado; el avanzado, en experto, y el profesional deja el alma para escalar en el ranking ATP.
Pero, si siempre se está pensando en dejar de ser lo que se es, para transformarse en otra cosa, ¿cuándo se disfruta el presente?
Cada etapa de un tenista dura poco, ya que el tiempo vuela. Por lo tanto, hay que disfrutarlas todas al máximo, porque cada una ofrece ventajas y desventajas.
Se puede encontrar belleza y felicidad en el tenis, con cualquier nivel de juego.