En el tenis, se habla mucho de la importancia de la concentración.
“Se desconcentró y perdió el partido”, es una afirmación que he escuchado mil veces.
Pero ¿qué es la concentración?
“La concentración es la fascinación del espíritu por algo”, dice una frase que nunca he olvidado, pues concuerdo plenamente.
La concentración se produce cuando la mente se enfoca en una sola cosa, por lo que no caben otros pensamientos.
Eso permite dirigir toda nuestra energía mental y física, hacia un solo propósito: jugar tenis, en este caso.
La concentración se produce cuando conseguimos estar solo en el presente, sin que los pensamientos se vayan al pasado o al futuro.
Cuando estamos concentrados no existe la nostalgia causada por los recuerdos, ni la ansiedad producida por lo que pasará y aún no ocurre.
La concentración permite que el juego del tenista fluya, sin obstáculos. Por eso, para mí, se trata de un estado de libertad.
En el tenis, cuando se entrena lo técnico, táctico y físico, resulta imperativo encontrarse concentrado.
Son muchas horas de entrenamiento a la semana, en que la capacidad de concentración es clave.
Pero, ¿cuánto tiempo se dedica a desarrollar y perfeccionar esa capacidad de concentración, indispensable para entrenar y competir bien?
Todo parte en la mente del jugador, en la toma de decisiones.
Y para decidir correctamente y rápido, hay que estar concentrado.
Cada jugador debe descubrir la mejor manera para alcanzar la concentración, transformándola en un rutina propia.
Eso también se puede entrenar.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com
