El tenis otorga casi total libertad, pues en la cancha el jugador toma innumerables decisiones solo bajo su criterio.
Pero a la vez el tenis se rige por un reglamento, que restringe esa autonomía. Entonces, este deporte da una libertad saludable, pero también impone límites beneficiosos.
El tenis no sería tan lindo si la cancha fuera infinita, y ninguna pelota se calificara como mala. Si todas las bolas se consideraran buenas, cayeran donde cayeran, esta actividad deportiva perdería sentido y no generaría diversión.
Por lo tanto los límites son necesarios, hasta para jugar y pasarlo bien. Siguiendo esa lógica, cuando son niños, los alumnos necesitan normas claras. Las reglas les dan una estructura en la que apoyarse, una hoja de ruta para no extraviar el rumbo. Además, seguirlas resulta formativo, ya que generan disciplina.
Un ser humano sin disciplina, es como agua derramada en el piso, que se expande y escurre sin control. Pese a eso tengo la impresión, que entre algunos se está instalando la idea que un profesor de tenis que desea imponer un cierto orden en sus clases, es una persona poco empática, que perturba de manera innecesaria el ambiente o siembra discordia.
El problema es que si a los niños no se les establecen límites precisos, crecerán en un entorno permisivo. Entonces, ya adultos serán incapaces de respetar normas simples, como llegar puntuales a un trabajo u obedecer a sus jefes, pues no tendrán ese hábito.
Afirmarán que nunca nadie les dijo nada al respecto. Y tendrán razón, debido a que no se les habrá impuesto reglas, porque se trata de un tema incómodo, que no genera la popularidad de quien lo aborda, sino todo lo contrario.
En la actualidad percibo que un cierto grupo de personas, una minoría aun afortunadamente, piensa que basta con que el profesor sea simpático y buena onda, para que todo esté bien.
Sin embargo, discrepo de ese punto de vista. Y disiento, ya que estoy seguro que sobre los hombros del profesor de tenis dedicado a la formación, recaen bastantes más responsabilidades que solo ser simpático, buena onda y agradarles a todos.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com
