Cuando era joven, creía que un alto nivel de juego era lo esencial para ser considerado un buen tenista.
Hoy pienso que, dentro de lo importante, dominar todos los golpes y obtener triunfos es lo que ostenta menor relevancia, para ser considerado un buen tenista.
Ahora, antes que el rendimiento deportivo, priorizo la calidad humana.
Por lo tanto un buen tenista, según mi criterio, es alguien amable, correcto, humilde, solidario, trabajador y respetuoso.
En el último lugar, cerrando la lista de las características necesarias para ser catalogado como un jugador de calidad, figura una performance elevada.
Pasando a otro tema, ¿haces siempre tu juego, o lo modificas de acuerdo a los rivales que enfrentas?
Prioriza hacer siempre tu juego, porque debes ejecutar lo que dominas y ser auténtico, respetando tu identidad a la hora de construir el punto.
Cada uno debe ser cómo es, y jugar cómo lo siente.
Pero eso no quita que, si no logras imponer tus términos durante el partido, apliques matices a tu juego.
Pero solo eso: retoques.
Nunca traiciones tu esencia.
En el tenis, y en la vida, no hay nada peor que intentar ser quien uno no es, un impostor, porque el resultado siempre es malo.
Por último, prioriza asumir tus responsabilidades.
Decir “se perdió”, “no se pudo” o “no se jugó bien” cuando caes derrotado, no es lo mismo que afirmar “perdí”, “no pude” o “no jugué bien”.
Al manifestar “se perdió”, “no se pudo” o “no se jugó bien”, pareciera que alguien, un desconocido u otra persona perdió, no pudo o no jugó bien.
En cambio si declaras “perdí”, “no pude” o “no jugué bien” es más doloroso, porque ere tú el que perdió, no pudo o no jugó bien, y te haces cargo de eso en forma explícita.
Cuando asumes tu responsabilidad se abre la opción de mejorar, porque eso depende de ti por completo.
Si responsabilizas a otros, o al destino, entonces ya no se encuentra a tu alcance mejorar, porque lo sucedido no depende de ti y solo te queda padecerlo.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com
