Soy un convencido que un profesor de tenis no puede conformarse solo con adquirir conocimientos técnicos y tácticos, para que sus alumnos jueguen mejor y ganen más partidos.
Debe ir más allá, y capacitarse en áreas ajenas a la labor específica que le compete, porque le van a servir para desempeñarse con mayor facilidad como docente en el tenis.
El estrés está causando estragos, por lo que creo que es hora de reforzar las habilidades blandas. Un entrenador que desarrolla esas capacidades puede relacionarse de mejor manera con alumnos desobedientes o irrespetuosos, y apoderados conflictivos.
En general, en diversos ámbitos, a los profesores se les está haciendo cada día más complejo impartir clases, ya que el principio de autoridad se ha debilitado, y la convivencia entre los propios alumnos también se ha vuelto, a veces, complicada.
Así que pienso que un profesor de tenis necesita adquirir más y mejores herramientas, con el propósito de tener una convivencia lo más armónica posible con quienes requieren sus servicios.
Aunque parezca extraño, pienso que un entrenador también debe enseñarles a perder a sus alumnos, y tiene que aprender cómo hacerlo de forma apropiada. En todas partes nos enseñan a ganar. Las metodologías que se nos transmiten son siempre para triunfar.
Pero la vida consiste en intentar una y otra vez pues no se gana siempre, más bien se pierde más de lo que se gana. ¿Por qué, entonces, no se enseña también a perder, a cómo tomar la derrota de manera sana y constructiva, si procesarla y aceptarla resulta tan complejo?
Ser un buen perdedor cuesta, así que para mí formar un alumno que tome la derrota con hidalguía, nobleza y naturalidad es igual de meritorio que haberle enseñado un derecho extraordinario, por ejemplo.
Por último, creo que un profesor de tenis tiene que contar con nociones de primeros auxilios, entre las que deben figurar las maniobras de reanimación, competencias que pueden salvar vidas.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com
