Muchas veces creemos que para ganar en el tenis, necesitamos tiros excepcionales, o que una determinada táctica nos va a dar al triunfo. Pero olvidamos lo simple.
Antes de pensar en lo extraordinario, el jugador debe saber que, para quedarse con la victoria, tiene que ser capaz de sostener su rendimiento sin baches durante todo el partido, que puede durar un par de horas. Y eso pasa por un tema técnico, físico y mental.
De nada sirve jugar a ratos bien y a ratos no tanto, pues con esa irregularidad el jugador termina batiéndose contra dos adversarios: contra sí mismo y el rival.
Cuando eso ocurre, hay un jugador que hace todo, pues gana y pierde los puntos. Ante esa situación, el oponente se transforma casi en un espectador de su propio partido, ya que el encuentro no pasa por su rendimiento.
Otro aspecto que no se debe olvidar en el tenis, es el de comprender y saber.
Por ejemplo, cada vez que un buen jugador pierde un partido es porque, aun contando con todos los golpes, no supo o no comprendió cómo leer o descifrar el acertijo táctico planteado por su rival, en la cancha.
El buen jugador no pierde un encuentro por no tener ciertos tiros, sino por ignorar cuáles son las armas, dentro del arsenal que dispone, que le van a dar la victoria.
Por último, pienso que cuando un tenista entrena, tiene que dejar de lado el celular hasta que termine la práctica, y no revisarlo en cada descanso. El celular agota y distrae.
Durante las pausas, el jugador debe descansar realmente, respirar, hidratarse y escuchar a su profesor. La escucha se aprende y se entrena.
Creo que el jugador debe reflexionar acerca de las indicaciones de su coach, procesarlas e intentar aplicarlas. Y una vez que haya hecho esas tres cosas, hacerle sus comentarios. No antes.
Sostener un rendimiento, comprender el juego y saber escuchar son tres aspectos que, estoy seguro, acercan al tenista a la victoria.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com
