A veces, quien ve un partido desde afuera de la cancha tiene una percepción muy distinta de lo ocurrido, que quien protagonizó el encuentro.
Y eso fue lo que sucedió en una oportunidad en que acompañé a un alumno, a un campeonato.
El match se resolvió en dos sets.
El desenlace del partido fue rápido. Demasiado rápido.
Para mí el 6/2 6/1 con que terminó el encuentro reflejaba, a la perfección, lo sucedido en el transcurso del encuentro.
“Perdí con un “muerto” (jugador de bajísimo nivel)”, exclamó mi alumno al salir de la cancha, tras haber caído de forma inapelable en la primera ronda del torneo.
El problema es que ese pésimo tenista, según mi pupilo, había sido mejor que él en todos los aspectos del juego durante el partido.
Por algo lo venció de manera categórica.
Pero mi alumno nunca se dio cuenta de ese detalle clave, cuando hizo ese comentario muy despectivo hacia su rival.
Y yo lo reprendí por su falta de respeto y humildad, para su sorpresa.
Tal vez, mi pupilo tuvo un mal día y erró como nunca, o su adversario planteó el encuentro de manera astuta, para no dejarlo desplegar sus armas.
Puede que haya sido una mezcla de ambas situaciones.
Difícil saberlo.
Lo que de verdad importa es quien hizo mejor las cosas ese día y ése no fue, precisamente, mi alumno.
Usemos la lógica.
Si un jugador te ganó, tan malo no puede ser.
En el peor de los casos, es mejor que tú.
Dejemos de menospreciar a los rivales que nos derrotan, y démosles el reconocimiento que merecen.
La realidad se impone, aunque nos duela.
Mientras un oponente nos gane, es mejor que nosotros hasta que lo venzamos y demostremos lo contrario.
Lo único que vale es lo que sucede en la cancha, los hechos. No las palabras.
Los partidos no se ganan hablando.
Triunfa quien despliega un mejor tenis durante el partido y eso se debe admitir con nobleza, para no vivir engañado, ni realizar análisis delirantes o fuera de foco.
Para afirmaciones sin fundamentos, frases vacías con el fin de salir del paso, fantasear o hablar incoherencias están los políticos.
Dejémosles eso a ellos, que son expertos en la materia.