El dopaje es un tema importante cada vez más presente en la mayoría de los deportes competitivos. Cada vez se habla más de él, por las grandes sorpresas internacionales de las que hemos sabido en el ciclismo, el atletismo, la natación y, sí, también en el tenis a través de la Sharapova.
Uno, como deportista de alto rendimiento, le exige a su cuerpo el máximo cada día para rendir y superarse, debiendo estar cien por ciento recuperado para volver a meterle con todo al día siguiente… Contar tan sólo con los nutrientes, vitaminas y proteínas de la alimentación diaria no basta para recuperar tu cuerpo. Y ahí es cuando, en algunos, aparece la tentación de suplementar la nutrición con cosillas que ayuden a estar listo, no sólo para rendir, sino para superar falsamente tus límites naturales.
Con ello, las autoridades han generado distintas formas de control. Y en el caso del tenis, la fórmula no deja de ser complicada para los Top 50 del Ranking ATP. A principio de año tienen que rellenar un minucioso cuestionario con su itinerario; decir dónde van a estar CADA día durante todo el año, dónde van a estar en una hora concreta que elijan para que los del doping, si es que quieren, se acerquen y les pidan una muestra de orina.
Yo, por ahora, no estoy en ese grupo. Pero no dejo de esperar el momento en que me toque llenar el patito cualquier día del año: significará que estaré dentro de los Top 50 de mundo.
Por: Nicolás Jarry
Fuente: latercera.com