Marcelo Ríos nunca deja de sorprender. Así ha sido su vida siempre; impredecible, intensa. El sello propio de unos de los genios más importantes de la historia del tenis.
En los últimos años, su vida ha dado un giro de la mano de su relación con Paula Pavic, de la cual nacieron cinco hijos. Así, pasó de ser una persona inmersa en un mundo acotado a abrir sus sentimientos y emocionarse con cada momento de sus pequeños. “Como persona sigue siendo un gran ídolo. En él veo un gran papá, muy enamorado de su señora y de sus hijos; les dedica mucho tiempo”, dice Neven Ilic, presidente del Comité Olímpico de Chile y amigo del ex tenista, quien destaca: “Los grandes genios tienen una personalidad especial y Marcelo la tiene. Y eso lo hace ser extraordinario”.
A mediados del año pasado, el Chino abrió una cuenta de Twitter. Y en ella se muestra tal como es. Nada de respuestas políticamente correctas, como las de la inmensa mayoría de sus colegas. Bromas e incluso garabatos, si es necesario, desfilan en la plataforma de los 140 caracteres, donde suma casi 300 mil seguidores.
En silencio, Ríos también se ha encargado de mostrar su lado más generoso. Hoy uno de sus favoritos en el tenis chileno es Tomás Barrios. El zurdo piensa que el chillanejo, de 19 años, tiene grandes posibilidades en el circuito. Por eso, se reunió para ofrecerle asesoría y ponerse a su disposición para lo que necesitara. “En la Copa Davis de Iquique, Marcelo me comentó que Tomás tenía un talento muy bueno. Veía en él a un cabro con muchas posibilidades de salir adelante y por eso él le propuso algunos planes de trabajo y ciertas cosas que tienen que hacer los jugadores a esa edad para empezar a acercarse a lo que hizo el mismo Marcelo. Es decir, salir de Chile y rozarse con los mejores a nivel internacional. El Chino siente que tiene mucho talento y que es el momento de dar un salto. Se les propuso una fórmula y ellos están viendo cómo hacerlo. Por esta razón, nos juntamos con su padre, con Tomás y con Guille Gómez, su entrenador”, expresa Ilic, sobre este desconocido encuentro ocurrido a fines del año pasado.
Ese mismo deseo de colaborar, tiene al zurdo con un pie y medio en el avión que llevará al equipo chileno de Copa Davis a Santo Domingo, donde enfrentará a República Dominicana.
Hace unos días, le transmitió a Exequiel Carvajal, el popular Yogurt de Mora, su intención de acompañar a los jugadores en la serie, después de cinco meses alejado tras diferencias con la directiva luego de la controvertida serie ante Colombia. Consultó por las fechas y confirmó su interés por asistir. Antes, Carvajal, Ríos y Javier Jadue, director de la Federación, compartieron en la casa del primero, en la Población Exequiel González Cortés, luego del acto de cierre de temporada del club social del encordador. Previamente, el Chino había participado con niños del sector.
“Efectivamente, él manifestó su deseo de reintegrarse al equipo y es altamente probable que viaje a República Dominicana”, comenta el head coach Leonardo Zuleta, mientras que el interventor de la Fetech, Cristián Ramírez, agrega que “en la federación se habla de que Marcelo está dispuesto a hacerlo por el beneficio exclusivo del tenis chileno”.
Visa ilustre
En sus inicios en el tenis, Marcelo Ríos se instaló en Bradenton, Estados Unidos. Ahí funcionaba el prestigioso rancho de Nick Bollettieri, donde compartió con numerosos tenistas, que años más tarde se insertarían en la élite global.
Dos décadas más tarde, ese maravilloso entorno vuelve a surgir en el horizonte del chileno, quien en los próximos meses se mudará a Sarasota, a unos 20 minutos de la academia de Bollettieri.
Gracias a su pasado como tenista, el gobierno estadounidense le entregó una visa para individuos con habilidades o logros extraordinarios en el campo de las artes, las ciencias, la educación, el negocio y el deporte. Según el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, esto “significa haber logrado un nivel de especialidad y por lo tanto ser considerado parte del porcentaje pequeño de personas que se encuentran en la más alta esfera en su campo de especialidad”. Y en el caso del Chino, haber sido número uno del mundo en todas las categorías del tenis fue un aval más que suficiente para conseguir este permiso, que además lo obliga a seguir trabajando en el campo de su habilidad extraordinaria. Precisamente, en un país donde el deporte de la raqueta entrega numerosas oportunidades.
Y ofertas no le faltan. El alemán Tommy Haas llamó al chileno para que lo asesorara en su regreso al circuito, con 38 años. La amistad que tienen desde su época en Bollettieri y la cercanía de sus residencias (el teutón se quedó a vivir en Bradenton) facilitan el vínculo, que sería para los torneos de la temporada norteamericana. “Marcelo ni siquiera quería cobrarle”, dice un conocedor de la propuesta. De todos modos, Ríos recién se establecerá en marzo, cuando la casa que está construyendo en Sarasota esté terminada.“Cualquier asesoría que pueda dar el Chino es importantísima para cualquier persona. Me da la impresión de que puede ser una bonita dupla con Haas”, afirma Ilic.
En suelo norteamericano se reencontrará con Jeff Schwartz, su agente cuando era tenista, y quien en más de una oportunidad le ha ofrecido realizar algunos proyectos juntos. Actualmente, el manager tiene a su cargo a varias figuras de la NBA y de otras disciplinas, a través de su empresa de representación Excel Sports.
A los 41 años, Marcelo Ríos toma un nuevo rumbo. Un cambio de aire, que es parte de esa búsqueda constante por encontrar un espacio en el que realmente se sienta cómodo y libre. Eso sí, hoy no está solo.
Por: Carlos González Lucay
Fuente Diario La Tercera