La polémica de la semana en el mundo del tenis en la cual el tenista Cisco García declaró haber sufrido “lo más humillante en mi vida en silla” cuando pretendía viajar a Vilna, capital de Lituania, para jugar un torneo de tenis y no lo dejaron embarcar porque no había nadie para bajar su silla de ruedas a la bodega del avión.
Este tema lleva una vez más al debate respecto a la inclusión social no sólo a nivel discapacidad desde lo deportivo, sino también desde la mirada cotidiana. A modo de ejemplo, hace un tiempo la tenista Macarena Cabrillana luchó por los derechos de los discapacitados que deseaban realizar un curso de manejo de vehículos. “En Chile no había opción de hacer un curso para aprender a manejar porque simplemente NINGUNA escuela lo impartía. Creo que por ignorancia, poca voluntad, falta de compromiso social y además porque la ley tampoco se los exige. ¿Injusto verdad?”, señalaba la tenista en sus redes sociales.
Y la lucha de la jugadora número uno de Chile en tenis en silla de ruedas rindió frutos: Después de varios meses, Automovil Clubde Chile abrió la posibilidad de que no sólo Macarena Cabrillana, sino también cualquier persona con alguna discapacidad física pueda hacer el curso como cualquier otro ciudadano. “Fui la primera en esto, pero aún más importante: Con esto se demuestra un gran avance y aporte a nuestra sociedad, en definitiva una real inclusión de la población con discapacidad”.
También Francisca Mardones batalló arduamente por los derechos de los tenistas en silla de ruedas: “cuando partí, en mis inicios no había nada y hubo que tocar muchas puertas y la problemática con las medallas obtenidas en 2007 (sudamericanos), fue tomada de manera mediática, pero después hubo dificultades con los premios y ahí terminé siendo la portavoz en la resolución de ese incómodo tema, incluso apareció en un programa don Francisco defendiéndome y la presidenta Bachelet en ese minuto nos encontró razón y pidió que se nos entregaran los premios. Desde ahí salió una ley que exige premiaciones en los juegos paralímpicos y ahí empezó todo el cambio, pero falta mucho. Este es un trabajo profesional, estamos sacándonos la cresta todos los días y afortunadamente se llegó a la conformación de un comité paralímpico y mejoraron muchas cosas”.
Precisamente el Director Deportivo del Comité Paralímpico de Chile, Joel Muñoz recalca que, “la política promulgada por el gobierno saliente, ayudó bastante. Hoy, el manejo del deporte paralímpico está en un buen camino hacia el reconocimiento en condiciones de igualdad frente al convencional, pero aún falta mucho. Esto es un proceso que puede tardar quizás 5 años más. Posiblemente después de los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023 las cosas se vean mucho mejor. La política pública que se creó para la actividad física y el deporte cobija a todos los deportes. El papel del Comité Paralímpico de Chile es mirar hacia el Alto Rendimiento y los procesos de los megaeventos. Por ende, los esfuerzos son orientados a la preparación y competición de los tenistas de mejor nivel de este país”.
Doris Gildemeister, una de las principales precursoras de esta especialidad, destaca el apoyo que recibió por parte de “Teletón, quienes trasladaban a los jóvenes al club,mi hermano (Hans) me prestó canchas, la Municipalidad de Vitacura me ayudó con pelotas y tenemos todos los miércoles de 16:00 a 17:30 escuela de tenis en silla de ruedas, hasta el día de hoy”.
Quien también realiza proyectos y actividades es el encargado de tenis adaptado en Futuros para el Tenis, Marcelo Verdejo, destacando su labor en tenis social y reinserción. “Estoy ante una oportunidad única, de conocer realidades que están siempre ahí, pero invisibles para muchos y de conocer las ganas de los chicos que vienen a nuestra fundación.En definitiva, una linda experiencia que ojalá se replicara en muchos otros lugares”, agregó Marcelo Verdejo.
Es importante destacar que el tenis Paralímpico por gobernanza internacional es de las federaciones nacionales. Chile se encuentra en un proceso transitorio a que las federaciones nacionales a quienes les corresponda, se hagan cargo de los deportes. Por ahora es un proceso compartido. “La evolución hoy en día está de alguna manera en un punto equilibrio, pero es necesario que aparezcan más jugadores de tenis. Si bien goza de un evento internacional de organización en Chile, no es indicador de un gran desarrollo del deporte. Tenemos tenistas de buen nivel pero en la base no hay muchos”, reconoce Joel Muñoz.
Chile es uno de los países que integra el circuito tenístico en silla de ruedas con uno de los torneos más importantes y de mayor tradición: El Chilean Open. “Este evento (ITF 3) cumplió en abril 21 años, es el más antiguo de Sudamérica. Como país tenemos un nacional, la Copa Benito Gildemeister (cumple 19 años en noviembre), el Antofagasta y el Melipilla Open. Hay buena competencia y las autoridades me han apoyado siempre”.
Precisamente en ese torneo, participó el mejor tenista nacional de la actualidad: Alexander Cataldo, quien reconoce que “Chile ha crecido mucho, se ha desarrollado bastante bien a nivel deportivo y va muy bien encaminado para ese tema. Creo que en poco tiempo, en un periodo no muy lejano será un país muy culto hablando en tema de inclusión”.
“Chile, tiene un potencial enorme. La priorización de los recursos es una necesidad latente; desde el 2018 ya se adopta esta mirada en los procesos deportivos del COPACHI. Las medallas son cuestión de mejorar los procesos de entrenamiento y estratégicamente enfocar los esfuerzos en los deportes que mayor disputa de medallas tiene cada megaevento”, dijo Joel Muñoz, a lo cual Doris Gildemieister agregó que “el análisis del tenis en silla de ruedas es que ha crecido muchísimo, esta linda disciplina, y hemos obtenido buenísimos resultados. De mi escuela salieron: Robinson Méndez, Francisca Mardones, Francisco Cayulef, Sebastián Rozas, Macarena Cabrillana, María Paz Díaz entre otros con excelentes participaciones a nivel internacional”.
También se han obtenido avances a nivel infraestructura y dependencias para los deportistas con discapacidad. “Las instalaciones que fueron recientemente entregadas por el gobierno saliente, son de uso privilegiado para el sector Paralímpico. Los deportistas de proyección son atendidos a través del CAR y los profesionales de ciencias del deporte. Para los demás deportistas de selección, está el centro de musculación y recuperación adaptado en lo que antes se denominó el caracol azul en el estadio nacional”, comentó Joel Muñoz.
Expectativas y “sueños”
Fran Mardones pese a tener una visión un tanto crítica respecto a nuestra realidad, también tiene convicciones respecto a lo que puede suceder en un futuro: “Las oportunidades de desarrollarse en este deporte lamentablemente van ligadas a esfuerzos personales de cada deportista, no veo un programa establecido que empiece desde las bases y acompañe a quienes toman por primera vez una raqueta de tenis. Sería importante empezar a masificar esta disciplina. Por otro lado, falta una coordinación más grande de escuelas de tenis que puedan captar talentos, con profesores que sepan de tenis en silla de ruedas”.
Maca Cabrillana siente que “oportunidades en Chile para desarrollarse como tenista en silla de ruedas profesional hay, pocas, no como debería ser, pero soy de las que cree que uno tiene que ir detrás de esas oportunidades y desagraciadamente muchos deportistas se quedan esperando que las cosas les lleguen. Hay que jugársela un poquito. Cuando hay esfuerzo, trabajo, constancia, responsabilidad y compromiso, es cuando se abren muchas puertas”.
“Hoy en día la empresa privada está apoyando mucho más que hace 10 años atrás el deporte paralímpico, que no se consideraba de alto rendimiento, sino más bien de rehabilitación.Entonces es cosa de trabajar, insistir y ser porfiado. Soy porfiada y complicada, pero es el método, la clave para conseguir cosas en Chile donde somos mediocres, nos conformamos con poco. Falta mucho apoyo en la etapa formativa, ahí hay una gran deuda, por lo general Teletón ha sido el gran semillero, pero ese no es su objetivo. A nivel Gobierno, el Estado debe ser importante en procesos de formación”, agregó Cabrillana.
Para Joel Muñoz, “el deporte siempre va a ser una opción de construcción de proyecto de vida. En Chile aún no se puede vivir de ser deportista Paralímpico. Si hay condiciones básicas y mejores que en otros países de la región de Suramérica para continuar mejorando.
“Cuando comencé ni siquiera yo sabía que había posibilidad de hacer deporte adaptado. En la actualidad se ha abierto un espacio social de conocimiento, pero faltan más oportunidades para que los niños empiecen a practicar. Después de los Parasur de 2014, la gente dejó de ver a los discapacitados como pobrecitos. La sociedad chilena se dio cuenta de que podemos hacer cosas, tener las mismas competencias y no hay obstáculos, se pueden hacer las cosas”, cree Cabrillana.
“Creo que de a poco se ha ido avanzando en cuanto a la difusión, la que es importante porque la gente así se da cuenta que existen disciplinas (en este caso tenis en silla) que son totalmente competitivas y que aveces no se tiene conocimiento de ellas. Como país se ha avanzado, gracias a que tenemos buenos representantes que han dado muchas alegrías en este deporte y eso ha abierto un poco más de oportunidades para lograr recursos para nuestro deporte, y la inclusión es un camino que está de a poco avanzando por una senda bien encaminada. Se intenta mejorar día a día, incluyendo a más personas en situación de discapacidad a ser parte de actividades deportivas que los junten con sus pares de deportes convencionales”, dijo Marcelo Verdejo.
“Efectivamente hay más conciencia en este tema, las mismas leyes de inclusión laboral del deporte paralímpico hablan de que sin duda existe preocupación de las autoridades, la sociedad y la gente ligada al deporte. También las nuevas generaciones han cambiado, no se sorprenden de vernos y la educación. Las cosas han mejorado y sueño con que sigan mejorando”, complementa Cabrillana.
“Mi sueño para los tenistas paralímpicos es tener un club totalmente adaptado, con varias canchas de tenis y que ellos pudieran ir a entrenar a costo cero, los días que quisieran”, concluye Doris Gildemeister.
Por: Rodrigo Sánchez